domingo, 19 de abril de 2020

Rompiendo papeles

Photo by @plqml // felipe pelaquim on Unsplash


Día no-sé-cuántos pero llovía y no mola

Por fin llegó el día, era lunes festivo y llovía a mares por lo que el plan de tomar el sol en el balcón quedó suspendido desde primera hora. Ya al inicio de esto, lo de ordenar papeles estaba en esa lista mental de cosas por hacer, aunque no entre las preferidas, todo hay que decirlo. 

En algún momento después del desayuno sonó en mi gramola* mental 'Arriba los corazones', de Antonio Flores, la busqué en el móvil, la escuché con volumen y me vine arriba: empecé a coger papeles que hacía tiempo habían tomado más espacio del necesario para destriar** los que me quedaba y los que no. Según avanzaba apareció en mi mente la imagen de Marie Kondo toda zen asintiendo sonriente. No he leído su libro ni visto sus tutoriales, pero seguro que sonríe complaciente cuando sus seguidores liberan espacio de sus estanterías y armarios. Alguna compensación tienen que tener.

Lo que no sé si esa autora explica en sus métodos es cómo deshacerse de todos los recibos del banco de los últimos, digamos cuatro años, haciendo confeti
-como una trituradora de papel de la oficina pero manual- los datos de la cuenta bancaria sin que se te vaya el resto de la mañana y parte de la tarde. 

Llamadme desconfiada pero si no lo hago me imagino a alguien 'reciclando' los recibos del contenedor de papel y a saber qué se puede hacer con el número completo de la cuenta, IBAN incluido, junto con mi nombre y dirección postal. Les falta el número secreto, me diréis. Ya, pues por si acaso, que los malos son muy listos.

Así que mientras estaba ocupada con las tijeras diestras para una zurda volví a ver la imagen de la Kondo, solo que su sonrisa ya no era complaciente sino burlona. Seguro que explica el secreto en la versión premium de su método y nadie me lo ha contado todavía.

Menos mal que me entretenían los hits de hoy y siempre que sonaban en la radio, como este:


Dame, tu caramelo amor 🎶
dame el almíbar
que tiene todo ese sabor 🎶
que tu destilas.
Retama, espliego con tu olor, 
me da la vida 🎶
si tú me dejas moriré 
de dulce herida. 🎶

Olores, qué ganas de volver al parque.


* los más jóvenes llamáis jukebox a este aparato, si es que lo llamáis de alguna forma. Yo tampoco lo he conocido, sale en las pelis ambientadas en los años 50 o 60 americanos.

**nota de la autora: verbo en catalán para el que no he encontrado traducción mientras escribía. Pasa a veces, buenas palabras en un idioma que no encuentras traducción adecuada en otro. Seguro que se te ocurren otros ejemplos. PD: Hay personas que les pasa con el inglés continuamente, pero no porque no conozcan la traducción sino porque ***asdsfjdñgire vbljhohnagb***





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