Deconstruidos

La vieja Europa no solo perdió
el curso de la historia.
En el camino hacia no-sabe-dónde
extravió de paso la humanidad
que la caracterizaba.
'Nadie ayuda, pocos se saludan, cada cual a la suya'
comentan los que llegan desde lejos.
Alaban la organización, la puntualidad,
electrocardiograma plano,
robots en pos de la productividad.
¿Qué pasó con la conversación a pie de calle?
PIB, IPC, Euribor, Fitch rate, acrónimos anónimos
marcan el pulso de la vida.
Slow down, volvamos a saber vivir
el curso de la historia,
quizás la recuperemos.

D de descanso dominical

Domingo, parece que es domingo.
No se oye la ducha del vecino del cuarto,
ni la cafetera al fuego de la puerta de al lado,
tampoco el ascensor tiene viajes en espera.
Y eso que deben de ser cerca de las diez.
Silencio, quietud, tranquilidad,
no hay rastro de sonidos de gran ciudad.
El silbido del viento y mi oreja derecha destapada
dejan intuir que hace frío ahí fuera.
Media vuelta.
Domingo, parece que hoy es domingo.

Recuperando ejersucios del 2014

El mar erizado no es el perfil infinito de un dragón. Todo el mundo sabe que los dragones viven en los picos de las montañas o en los recovecos de algunos corazones insensibles. Son animales de tierra que cobran fuerza a la puesta de sol menos cuando llueve purpurina azul y verde y se refugian en esa casa modernista que está hacia la mitad del Paseo de Gracia. Cuando eso sucede, decenas de personas se paran a mirarlo y le disparan sus cámaras en un intento de llevárselo a casa. Porque un dragón de purpurina no se ve todos los días.

Xurrealisme

Hace unas semanas visité Objetivo Barcelona, una expo de fotografías realizadas a lo largo de los cursos llevados a cabo en varios centros cívicos de la ciudad. Este proyecto fotográfico documental está comisariado por Samuel Aranda (ganador del Premio World Press Photo 2012) y las clases fueron impartidas principalmente por reconocidos fotógrafos locales.

El resultado de los cursos es lo que se puede ver en la exposición, una selección de 200 miradas a una Barcelona que aparece retratada desde diferentes sensibilidades: barrios que desaparecen, vidas cotidianas, el turismo, personas singulares, arquitectura, inmigrantes...sea como sea, todas las series de miradas tienen un toque personal y quedan alejadas de la fotografía convencional. Además, se puede leer la propuesta documental de cada uno de los autores.

Entre todas las series que se muestran en el Palau de la Virreina me gustó una especialmente, tanto por las fotografías en sí, muy bonitas con el juego de luz/oscuridad, como por el tema que aborda y que se plasma genialmente en su título: Xurrealisme, la realidad actual de esas churrerías estáticas con pinta de ambulantes a las que todos hemos acudido alguna vez, más bien en horario intempestivo, cuando era lo único que había abierto (o no cerrado aún) y hacía frío. Lugar de encuentro para los churros con chocolate y las últimas conversaciones antes de irse a dormir.

Un homenaje que les hace Marta Huertas Ciurana (@mahuci) con gran sencillez (y sospecho que alguna dosis de cariño) ahora que parecen trasnochadas. Aunque nunca se sabe en esta ciudad hi-pst-er-moderna, ahora que florece el street food (¿eso qué es?) puede que las rescaten y nos hagan un favor a todos.

Foto de la serie Xurrealisme, de Marta Huertas Ciurana

Si te ha gustado esta historia o me quieres contar la tuya, déjame tus comentarios. Por cierto, aún tienes tiempo de visitar la expo, hasta el 25 de enero en el Palau de la Virreina.