sábado, 11 de mayo de 2013

El número áureo

numero_aureo
Hace ya un tiempo un amigo cambió su imagen de portada en una red social por otra que me llamó la atención. Sobre un fondo de secuencias numéricas aparecía una letra griega que yo no identifiqué (normal, no conozco casi ninguna letra griega). Y como mi amigo no suele hacer las cosas al azar, me fui a curiosear a la biblia digital.

'Descubrí' que la letra fi griega representa a un número llamado áureo y que es también irracional. Que las matemáticas admitan que existe algo irracional me suena muy curioso, casi como una derrota, ¿no lo han podido llegar a abarcar, cómo puede ser? ¿Y qué es un número irracional? El que tiene muchos decimales pero no tiene un periodo establecido.

flosculo_girasol
Esto son flósculos de girasol
El número áureo fue descubierto en la Antigüedad y posee además propiedades interesantes, no por el número en si sino como relación o proporción entre dos segmentos de una recta. Curiosamente esa proporción se encuentra en algunas figuras geométricas y en muchos elementos de la naturaleza: las nervaduras de las hojas de algunos árboles, el caparazón de un caracol, los flósculos de los girasoles...En definitiva, en las formas que me parecen más interesantes, esas que se recargolan hasta el infinito, que parece que no se acaban nunca y no puedes dejar de mirar...irracionales...

Los números irracionales guardan mucha relación con la sucesión de Fibonacci, una serie de números en la que cada uno es la suma de los dos anteriores, como algo así, 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8...y cuanto más se avanza en la serie más se acerca al número áureo.

Al leer sobre estos conceptos me vino a la mente un libro del que ya hablé en un post anterior, La fórmula preferida del profesor, en el que un genio matemático se pasa la vida en su mundo de los números y pierde frecuentemente contacto con la realidad.


Como siempre, si alguno de mis lectores de ciencias quiere aclarar o completar lo que expongo en este post, es más que bienvenido a dejar sus comentarios. A todos, os dejo con la espiral de un caracol.



martes, 7 de mayo de 2013

Natatorium

piscina

¿Te ha sorprendido la imagen? ¡Noooo, no me he vuelto loca! Visité la exposición fotográfica 20 años de los Premios Lux y me llamó mucho la atención una serie titulada "Natatorium" de no recuerdo quién (ya me perdonarás pero no he sabido localizar a su autor).

Yo no tenía ni idea de que la palabra "natatorium" existe y sería algo como "baños termales" en castellano actual. Lo que me gustó fue lo que entendí como un juego de palabras y significados entre natatorium/tanatorium, ilustrado por las imágenes de piscinas vacías y abandonadas. Y si miras la especie de cruces que hay a lo largo de la pared, que marcaban los carriles de la piscina y que ahora parecen...

Seguro que esta serie fotográfica me impactó especialmente porque en el natatorium que ves en esta foto me pasé muchos veranos hace ya unos cuantos años. Casi me puedo ver todavía cuando aún no hacía pie en el lado menos hondo o cuando conseguí tocar con la mano la parte más profunda. 

martes, 2 de abril de 2013

Erin Brockovich

Algunos de vosotros ya sabéis que hace unos días vi de nuevo la película Erin Brockovich y me enganché a su interesante argumento y a los buenos actores. 

Por resumir, la película cuenta la historia de una chica que entra a trabajar en un modesto despacho de abogados y, llevando un caso pro-bono, descubre que la fábrica de una gran corporación es responsable de vertidos altamente contaminantes que durante años han afectado a toda la población de Hinckley, California y las fatales consecuencias en la salud de sus habitantes. A partir de ahí empieza a investigar hasta que al final consigue que la empresa sea declarada culpable y se tenga que hacer cargo de indemnizaciones millonarias sin precedentes.


De lo que no me había dado cuenta las veces anteriores que la había visto es de que al final aparece la típica pantalla de película "based on a true story" que explica qué sucedió después. ¡Ostras, así que se trata de una historia real!


Llevada por la curiosidad, tecleé el título en Google y la primera entrada que apareció fue la de un "defensor del consumidor" con ese nombre "especializado en conflictos medioambientales y derivados de productos farmacéuticos o médicos". Al poco pude ver que Erin existía en realidad y que, después del caso que la llevó a la fama, creó esa fundación con su nombre y desde entonces se ha dedicado a investigar casos de naturaleza similar.


Erin Brockovich real
¿Y en qué se parece la historia a la vida real? Pues en casi todo, cuenta Erin en su web. Tiene 3 hijos, había llegado a ser Miss y se acababa de separar. Actualmente tiene 52 años.
Lo que no nos cuenta es qué pasó con el vecino motero, su novio y canguro de sus hijos en la película. No debió de acabar bien.



lunes, 4 de marzo de 2013

Chibage chevarungu

granada
Chibage chevarungu. Así se llama la granada en el idioma shona (uy, ¿dónde se habla shona?). Me contaron que significa "el maíz de los blancos" y me imaginé cómo llegaría el fruto rojo a tierras africanas. Empecé a darle vueltas, ¿de dónde vendrá esta fruta? Porque la palabra en inglés y en alemán (pomegranate y Granatapfel, algo así como manzana granada) tiene toda la pinta de venir del francés, y a su vez el francés...¿del latín?

Mientras me voy desgranando una me propongo investigar su origen, ¿desde cuándo se conoce? ¿vendrá del nuevo mundo?
Pronto descubro que me estoy equivocando. Las primeras búsquedas indican que se cultiva en las mismas zonas que naranjos y olivos, inicialmente en la zona de Irán, y que se conoce desde tiempos muy remotos. ¿Y cómo de remotos? Pues en Asia desde hace unos 5.000 años, aparece representada en los jardines babilonios y se sabe que los antiguos egipcios incluso la incluían como objeto funerario.

Fueron los fenicios los que la introdujeron en Roma, donde la llamaron malus punica o malus granata. ¿Y qué es malus? Otra búsqueda me aclara que significa manzano, ¡aaahhh, eso explica la denominación en otros idiomas!

Turno de pelearse con(tra) esa membrana amarilla del interior de mi granada,  y con mi curiosidad lingüística ya más tranquila, en mi imaginación empiezan a aparecer mapas antiguos de rutas en barco, conquistas, mercaderes, cocinas (¿será por eso que me gustó tanto aquel pollo  Khoresh Fesejan que comí en un restaurante persa
? Estaba delicioso), y esos granos rojos que llaman tanto la atención y que sin duda influyeron para ir pasando de cultura a cultura.

Con lo que a mí me gustan, ¿por qué lleva tanto tiempo comer una (a no ser que la compres envasada en una cadena de supermercados de cuyo nombre no quiero acordarme)?   Al tiempo que extraigo los últimos granos me pregunto, ¿cuántos de esos habrá aquí dentro? ¿Alguien se ha entretenido alguna vez en contarlos?

Parece que sí...una granada de origen español contiene una media de 709 granos, pero en algunas iraníes han llegado a contar hasta 1.263, que ya son ganas... 

viernes, 22 de febrero de 2013

¿Y tú, cuántos vatios irradias?

Y tú, cuántos vatios irradias
Hace unos días asistí a una divertida charla en la que decían que las personas somos como bombillas: unas funcionan a 30.000 vatios (lectores científicos, ¡decidme si eso es posible!), otras a 3 o 4.000 y otras apenas se encienden o directamente van fundidas por la vida.

Desde entonces entretengo los trayectos atribuyendo vatios a las personas que me cruzo por la calle, a los vecinos de vagón del metro, como aquel anuncio que contaba calorías en los estantes del supermercado. "Este chico...mmm...10.000"; "Esta señora...uy...necesita una recarga"; "Mira este niño va a explotar de tanto vatio acumulado (y de paso sus padres)"; "Y esta parejita...entre los dos...¡deben de acercarse a los 100.000!".
Así, trayecto tras trayecto, hasta que este curioso ejercicio de observación con efecto boomerang activó una vocecita interna...pero entonces, ¿cómo llevaré yo la bombilla? Unos viajes más tarde se me ocurrió que funciono como una halógena: tenue al principio, gana brillo con el tiempo y es de largo recorrido. 


¿Y tú, cuántos vatios irradias?


Tengo que mencionar a Víctor Küppers, conferenciante aquel día, porque aunque seguramente la idea no es suya, se encargó de transmitirla.

domingo, 17 de febrero de 2013

La Totalidad

La carta que vino a mí de entre toda la baraja. Se volteó antes de mezclar las cartas y como me gustó a primera vista, la cogí. Luego no hubo manera de seguir barajando.

"Esta carta representa la Totalidad, tres mujeres están en lo alto, en el aire, juguetonas y libres y aún así alertas e interdependientes. En un número de trapecio nadie puede darse el lujo de estar "ausente" en lo más mínimo, ni siquiera por una fracción de segundo. Y es esta cualidad de atención total al momento, lo que se representa aquí. Desarrollar la habilidad de ser total en respuesta a lo que venga y como venga, es uno de los grandes regalos. Tomando un peldaño en cada momento de la vida, dando a cada paso atención completa y energía puede proporcionar una sorprendente vitalidad nueva y creatividad a todo lo que hagas".