Delicadeza. Es la palabra que define mejor la manera en que está escrito este libro. Un ejemplo de alta sensibilidad. Sin una historia grandilocuente, sin estridencias, en seguida se coge cariño a los personajes y se aprenden curiosidades matemáticas. Narra la historia de la asistenta de un apasionado genio matemático japonés cuya capacidad para recordar está limitada a algunas horas. Curiosa consecuencia de un accidente de juventud que obliga a llevar unos patrones de vida a los que los personajes deben adaptarse.
Es el primer libro que leo de esta autora, Yoko Ogawa, pero seguiremos investigándola.
parece interesante....tengo un par a medias..ya te lo pedire
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