Las noches de verano tienen ese algo mágico, hace calor, huelen a vacaciones inacabables, invitan a cenas de largas sobremesas y a encuentros con amigos. Como el de hace unos días en un restaurante elegido al azar que tenía cierto ritmo de pueblo y en el que nos reunimos cuatro amigos con ganas de vernos para, sobre todo, reírnos un rato.
En algún momento antes o durante las risas, empezamos a hablar sobre blogs y lo que escribimos unos y otros: historias sobre conciertos, fotografías, fragmentos inventados de cuentos o poemas... La conversación resultó inspiradora, puesto que a los pocos días recibí un poema escrito por uno de mis compañeros de esa noche. Os lo comparto aquí -con su permiso y copyright-. Espero que os guste.
Cuando me miras,
cimbreas los cimientos
de mi sólida armadura.
El entorno se estrecha,
los latidos me inundan
y chispea mi alma.
Cuando me miras
y mudo te contemplo,
se ilumina la vida
reservada a los sueños,
y liberas los miedos
que amordazan mis días.
Cuando me miras.
Ingle
@Ingle, queda pendiente la puesta en marcha de tu blog.
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