martes, 1 de abril de 2014

Haciendo ejersucios: palabras al azar

Esta semana nos tocó jugar a hacer frases con palabras elegidas al azar de un libro. Me hizo gracia porque me recordó a las obras de teatro 'improvisadas' en las que los actores van armando la historia gracias a frases que el público ha escrito previamente en un papel. Así, ya en escena van sacando los papelitos y tienen que introducir la frase en la historia que están representando. Me parece un buen ejercicio de creatividad, recursos propios y espontaneidad. Volviendo a la escritura, esto es lo que dio de si el ejersucio:

Palabras: zanahoria - zapato
Eric cogió la zanahoria-nariz del muñeco de nieve y la puso en sus zapatos esperando que a los Reyes Magos les gustara el color naranja.

Palabras: piano - robot
Rodó una lágrima por la mejilla del robot. "Nunca conseguiré tocar el piano como una persona", se lamentó.

Palabras: amigo - caracola
"Tú eres mi amigo", susurró Martín a la caracola. Y esta, a su oído, le devolvió la voz del mar: "Tú eres mi amigo".


¿Qué te han parecido? ¿Te han gustado? ¿De cuál quieres que escriba una historia? ¡Espero tu respuesta! 

viernes, 21 de marzo de 2014

Un viernes de tarde


un viernes de tarde
Un enorme reloj preside la sala del bar en el que acabo de entrar. Una esfera blanca de números y manecillas negras sobre madera oscura colgada en la pared justo al lado de la puerta. Pero no estoy en un aeropuerto, ni siquiera en una estación de tren. Aquí no hay viaje que perder a no ser el de la vida. Estoy enfrente de un mercado, se ve por los ventanales,  y el local está contagiado de su ajetreo.

Es viernes por la tarde y el gigante marca las siete y dieciséis. En sus dominios, gente joven que charla, un niño que merienda goloso una magdalena rellena de chocolate, dos amigas que se cuentan la vida alrededor de una taza de té, o quizás de rooibos con canela, como el mío. Trío de señoras jubiladas que llegaron a media tarde y ya pasaron del café con leche a la tónica. Y detrás mío, en la barra, ¡cómo no! se habla de fútbol. 'Al Madrid le ha tocado contra el Borussia...el Barça...el Sevilla...el Barça...'. Ruido de cacharrería, vasos que se recogen, tazas que se apilan, agua del lavaplatos, pasos que caminan sobre tarima de madera...Parecería que el blanco de las paredes impidiera absorber el parloteo, al igual que el mobiliario, también blanco aséptico, prefiere no impregnarse del ánimo de sus ocupantes. Ejército blanco de tazas, platos, hojas de menú y servilletas, teteras transparentes, cucharitas metálicas a juego con el gris oscuro del suelo y...¡bingo! los taburetes de la barra son redondos y oscuros, como el marco del reloj.

De la magdalena ya no queda ni rastro; del niño, tampoco. Las amigas han consumida su té - o quizás rooibos - y ya se levantan. Los jóvenes pasaron al turno de la cerveza, las jubiladas prosiguen su charla ajenas al resto del universo, el lavaplatos ha terminado su programa y yo he quedado con Anna en un cuarto de hora. Será mejor que también me vaya yendo.


PD 24 de marzo: Tras publicar este post un amigo me envió una viñeta de Forges que viene muy al caso. Aquí os la dejo. ¡Gracias!
Forges_20_marzo_2014_el_bar_español
Forges, 20/03/2014 en El País

jueves, 20 de marzo de 2014

Un poema muy malo

Voy a escribir un poema muy malo
sobre una persona muy buena
malo, malo de solemnidad
para mi amiga Sofía.

A Sofía le gusta mucho el café,

a todas horas estaría tomándose uno,
me dice, "Merche, ¿quedamos para un café?"
casi para cenar le apetece una tacita.

Americano con hielo de preferencia,
sea invierno, otoño o primavera,
cualquier época es la buena,
"me refresca las ideas", asegura.

Otras veces se pasa al carajillo,
de Bailey's, por favor,
entonces le suelo acompañar
y acostumbra a ser el inicio de una buena noche.

viernes, 21 de febrero de 2014

El mundo, el loco, el sol

Esta es mi tirada para este año, ¡se admiten interpretaciones!
Digo yo que llevando el sol tiene que ser bueno!

viernes, 3 de enero de 2014

Searching for Sugar Man

Por fin vi la película "Searching for Sugar Man", contenta de haber pasado así la primera tarde del año. La mayoría de los que me leéis ya conoceréis este documental que descubre la historia de Sixto Rodríguez, un músico que tras dos discos que sorprendentemente no tienen ningún éxito, se aparta de la música y "vuelve a la vida real" según sus palabras en el documental. Sin saber que después sus canciones se convierten en todo un símbolo en la Sudáfrica del apartheid y sus discos se venden por miles. Él no sabe nada de ese éxito hasta que dos fans sudafricanos se proponen trazar su misteriosa historia y lo encuentran viviendo y trabajando donde siempre. Los fans, los fans... 

Empecé a verla sin saber quién era el personaje. Pero ya desde las primeras escenas se nota que su música tiene algo especial. Suena Crucify your mind mientras la cámara recorre las calles frías y nevadas del inhóspito y degradado Detroit donde Rodríguez vivía. Uno se imagina vidas de trabajo duro y parece asombroso que de semejante entorno surgiera una música cálida y acogedora y letras, aunque críticas, poéticas. Escucharle tocar en un pub debía ser un oasis de luz en medio del frío. Como diría un amigo mío, su música tiene alma y eso es difícil de encontrar.

El documental toma el nombre de una de sus canciones, Sugar man, y recomiendo algunas otras:

I wonder
I think of you
I'll slip away
Cause



Os dejo una entrevista al Rodríguez actual, del que sorprende la tranquilidad con la que vive lo que le está sucediendo. Y con la recomendación de que veáis la película si aún no lo habéis hecho. Todo un descubrimiento. 

Reyes Magos que aún estáis de camino, me pido un CD de Sixto Rodríguez!

viernes, 27 de diciembre de 2013

El efecto mariposa



"El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo. Todo tiene que ver con todo y somos todos inter- retro-dependientes. Cada individuo es un eslabón de la inmensa corriente de energía y de vida y cuenta mucho"."Dadas unas condiciones iniciales de un determinado sistema caótico, la más mínima variación en ellas puede provocar que el sistema evolucione en formas completamente diferentes".

Hace unos días al salir de una reunión de trabajo me vino a la cabeza la expresión efecto mariposa, y desde entonces me ha ido dando vueltas. ¿De verdad nuestras más mínimas acciones pueden tener un efecto en personas desconocidas? Imaginemos que todos somos mariposas, me pregunto cómo habrá influido mi pequeño aleteo a mi alrededor, si habrá sido aire fresco, un zumbido o si me habrán querido aplastar contra el suelo en algún momento. O si, como dice la sabiduría oriental, se habrá dejado sentir en el otro lado del mundo o influir a personas lejanas. Y si precisamente a las lejanas, o las que decidieron alejarse, les habrá quedado algún eco de mi aleteo.

En fin, reflexiones de fin de año.

Long live. Gracias por leerme.