Pan y circo

He aquí la portada de este hasta hoy denominado diario, que en otra época fue de referencia en este territorio que habitamos.

Pues bien, a partir de hoy La Vanguardia ha muerto, queda confirmado lo que ya sospechábamos desde hace tiempo: que ha se ha pasado al bando del sensacionalismo barato y, casi siempre, deportivo.

Con todos mis respetos hacia la familia Calvo Arbons, la foto de portada es de una insulsez inusitada en un diario que se cree serio, adornando una noticia vacua y propia acaso de un día de verano falto de novedades que ofrecer. Y daña si cabe más a la vista cuando le dedican un breve espacio de relleno, a la derecha de la foto y sobre el anuncio de una agencia de viajes, a la demoledora noticia del fin de semana, la trágica muerte del presidente polaco y gran parte del gobierno de ese país.

A esto los romanos le llamaban darle al pueblo pan y circo. Pensaba que estábamos ya en otra centuria. Pero no.