
Y se queda uno con las ganas de averiguar ¿es que los suecos se pasan la vida bebiendo café? Quizás lo averigüemos algún verano in situ. Turismo cultural es el que podría iniciar esta saga, supongo que las oficinas de turismo suecas ya se han dado cuenta del potencial.
Pero me estoy yendo del tema. Me animé a escribir esta entrada tras leer hoy en La Vanguardia un artículo sobre el ilustrador de las versiones en castellano y catalán, que ya me habían sorprendido agradablemente al ver en la librería. Tanto como me había extrañado la traducción en alemán. Allí ya están muy habituados a la novela negra y seguramente no contaban con que esto se convertiría en tal fenómeno. Me encanta la delicadeza de la ilustración italiana, y me resulta inquietante la francesa.
Seguiremos añadiendo lo que vaya encontrando, ¿alguien se anima?
No hay comentarios:
Publicar un comentario