¿Seré la única que se pregunta
adónde nos lleva este tren subterráneo
lleno de caras dormidas,
miradas perdidas
y humores variables?
A esta hora y en este lugar,
la vida aún no ha llegado a los cuerpos
de momento se percibe únicamente
en los dedos
y al otro lado de las pequeñas pantallas.
Y es que
bajo la tierra todo es oscuro.
Inicialmente publicado en Salto al reverso.
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